La iglesia se dio cuenta de que si querían que sus líderes fueran buenos, necesitaban que estudiaran. Así que, aunque no les gustara, permitieron que fueran a esas escuelas. Lo sorprendente es que no intentaron cambiar esas escuelas para que fueran más cristianas; simplemente las usaron.
Entiendo que la Iglesia fue muy práctica y flexible. No se aferraron a una sola forma de hacer las cosas. Supieron cuándo era necesario adaptarse al mundo, usando lo que ya existía como las escuelas y su forma de enseñar, sin tener que empezar desde cero. Para mí, esto muestra una gran capacidad para sobrevivir y crecer en un mundo que no era el suyo, aprovechando lo que les servía y manteniéndose enfocados en su misión principal.
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